Maduras divirtiéndose y olvidándose de sus maridos ¡Vaya perras!
Toda mujer tiene una etapa en la vida donde se aburre de su marido. Muchas putas se frustran y no se divierten, otras sin embargo los engañar con otros hombres y terminan rompiendo sus relaciones. Estas tres mujeres que vemos aquí no querían eso. Las putitas no deseaban a acabar con sus matrimonios, lo que si querían era divertirse, sin tener a sus maridos limitándolas. Así que contrataron a un par de gigolos musculosos, alquilaron un departamento para ellas y allí hacen sus cochinadas, cada vez que quieren probar la polla de un hombre diferente, sin que sus esposos se den cuenta de lo que han venido haciendo ¡son unas putas!