Fulana madura recibe rabo en el asiento trasero
Para un taxista puede ser una suerte que se le suba una fulana madura, quizá esté cachonda y no le importe pagarle el servicio en carne. Ya no solo es que la rubia era una muñequita de 40 añitos, es que tenía un chochito que parecía el de una diechiochoañera; rosado a juego con el color de sus pezones, depilado y carnosito como tanto nos gustan. Al principio la tía empezó fuerte y el taxista mucho más porque le metió una follada de boca brutal, pero luego pasaron directamente al coño y el tipo comprobó que tenía una flexibilidad increíble.